Desde su debut como ciclista profesional en el año 2002, la trayectoria del murciano Alejandro Valverde (1980) no ha dejado de crecer hasta convertirse en una de las principales referencias del pelotón internacional. Natural de la pequeña localidad de Las Lumbreras, ya en sus primeros escarceos con este deporte demostró una habilidad innata para la victoria que le valió el sobrenombre de ‘El Imbatido’. Durante más de una década ha acumulado infinidad de triunfos en pruebas de la máxima categoría, destacando el Campeonato del Mundo de Innsbruck (2018), una general de la Vuelta a España (2009), cuatro ediciones de la Lieja-Bastogne-Lieja (2006, 2008, 2015 y 2017), cinco de Flecha Valona (2006, 2014, 2015, 2016 y 2017), dos de Clásica de San Sebastián (2008 y 2014), un podio del Tour de Francia (2015), así como sendos triunfos en Dauphiné (2008 y 2009), tres Voltas a Catalunya (2009, 2017 y 2018), una Vuelta al País Vasco (2017) y los títulos de Campeón de España tanto en ruta como contra el crono. En 2016 añadía un triunfo de etapa y un tercer lugar en la general del Giro de Italia, completando así su presencia en los podios de las tres Grandes Vueltas por etapas.
Además, acumula cuatro triunfos de etapa en el Tour de Francia, ocho victorias parciales en la Vuelta a España y siete medallas en Campeonatos del Mundo de fondo en carretera, destacando el título en Innsbruck 2018, y dos platas y cuatro bronces. Esta regularidad le ha ayudado a conseguir cuatro trofeos que le acreditan como mejor ciclista de los años 2006 y 2008 (UCI ProTour) y 2014 y 2015 (UCI WorldTour).La principal característica que diferencia a Alejandro Valverde sobre la mayoría de corredores reside en su capacidad para luchar tanto por grandes triunfos en las mejores pruebas de un día como por las generales de las vueltas por etapas más duras del calendario mundial. Un todoterreno propio de otra época tan apasionado por el deporte que ama tanto o más como el primer día.